Salvajada, si el tigre es manso come la bazofia y no dice nada
“Aquí se cuenta la historia de un tigre que se crió y se educó entre los hombres, y que se llamaba Juan Darién”. Hace un siglo, Horacio Quiroga publicaba su cuento en el diario La Nación. La historia de una mujer que pierde a su hijo y cría a un tigre se transforma en un breve y poético ensayo sobre el otro, sobre el lenguaje, sobre la naturaleza, sobre la cultura, sobre el límite de lo humano y la figuración animal de un pueblo que se mira sin verse, que se observa sin reconocerse. Salvajada, bajo la dirección de Luis Alberto Rivera López, el dramaturgo Mauricio Kartun nos regala una luminosa adaptación teatral que impresiona por su vigencia. El humor, la ironía y la violenta ternura construyen una narración que da un salto desde lo fantástico para interpelarnos el miedito de no encontrarnos en el otro con lo conocido, con lo esperado. ¿Quién es ese Juan Darién que perseguimos? ¿Qué haremos con los Juan Darién que crecen en las selvas? ¿Habrá leches para los animales sin madres? ¿Hab