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Mostrando las entradas de enero, 2022

Gramática de los cielos, por Jorge Valbuena

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  Epifanía del cactus Todas las salidas están desafinadas infectadas de olvido. Música de ahogo brota entre los candiles. Milagros del silencio celebran el espanto. * Trilogía de Altamira I Por no poseer barcas ni apellido de Noé los hombres naufragaron en medio de las cuevas Pigmentos de ahogo y soledad pintaron animales elevándose hasta el mar que cubría el cielo con las rocas Allí flotando en el olvido salvaron las especies de otras orillas sin rumbo II El hombre que pintó las cuevas de Altamira iba en busca de alimento El hombre que las descubrió iba en busca de su perro el perro que se mordió iba en busca de la tarde III Una niña en 1879 mientras su padre buscaba tesoros en el suelo le avisó: ¡Papá, mira esos toros hundiéndose en el aire! * Ángeles de hormigón Hay una silla en la plaza a la que vuelvo la mirada y la siento frente a mí en el recuerdo que allí permanece empozado una gran estela de musgo y siemprevivas han crecido                              en sus costados Vértebra

Veintiún haikus para el regreso de la primavera, por Eduardo Alvarez Sánchez

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  III Somos hormigas dueñas de cada paso en tierra de nadie IV danza huracán con árboles meciendo niños por dentro VII valle de ánimas tu mirada en quietud mueve montañas X florece muña semilla que anida cielo en la tierra XII ¿qué más hijo que el propio cuerpo atado por fuera y por dentro? Veintiún haikus para el regreso de la primavera, Eduardo Alvarez Sánchez (2021) Galia Tapia, diseño e ilustración (Bolivia)

En nombre de ninguna, Rosabetty Muñoz

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  Mi madre borda en el extremo de la mesa pronunciando frases apocalípticas. Señala, con aguja acusadora, todo lo que se nos viene encima. A dos manos protejo mis oídos pero los letreros luminosos zumban instalándose en el pueblo, el estruendo de las risotadas en la televisión, la basura acumulada en los caminos vecinales, vísceras de animales cuelgan de los cercos. Mi madre ahora mueve la cabeza lado a lado reprobando. Dice que nos encaminamos al fin. * En nombre de ninguna Se suceden en procesión hacia el altar de la sangre estas jovencitas con sus crías en bolsas negras. Hay otras debajo de las tablas del piso y enterradas con las flores del jardín. En pecado mortal están las hijas de la patria. Actúan ellas en nombre de ninguna. * La sombra de la hija La sombra de la hija va cosida al costado y murmura que nadie se muere la víspera. Su ácida compañía es oleaje en el mar espeso y opalino de la sangre. Repite también que es falta grave no dedicarse al amado, abandonarlo en su ser fin

Fragmentos en el aire, Ada Zapata Arriarán

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            Nadie viene                               nadie ha de venir los perros                     en la acera                               jugando           en la basura           nadie viene la noche               se incendia               al revés *          Eres feliz          no te das cuenta          eres feliz nadie está aquí porque quiere               todo se repite en tu nombre     sólo por la niebla                              un hombre le corta la espalda a otro detrás de la cortina     el suicida     no desea morir * L a v e l a e s u n v i a j e a l a o s c u r i d a d Fragmentos en el aire, Ada Zapata Arriarán (2008) Editorial Gente Común (Bolivia)